Superalimentos: ¿fines sanitarios o puro marketing?

22 mayo, 2019
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Entendemos como superalimentos aquellos alimentos que tienen una alta carga de nutrientes. Por ello se consideran elementos especialmente beneficiosos para la salud. Sin embargo, lejos de provenir de un laboratorio o cualquier estudio científico, este concepto proviene del mundo del marketing.

La mayoría de superalimentos han adquirido esa diferenciación precisamente para comercializarse con mayor efectividad. Proviene de un discurso absolutamente publicitario y no estar sustentada en ningún tipo de argumento demostrable. Por lo que estamos hablando de una definición bastante imprecisa. Un superalimento es en realidad, lo que cada uno entienda que es.

¿Qué es un superalimento?

La palabra tiene un grado superlativo. De entrada se sobreentiende que cuenta con mayores propiedades que el resto de alimentos. Sin embargo, poco se suele saber de esas propiedades. Tampoco de los beneficios derivados y menos aún sobre en qué tipo de dietas es recomendable consumirlos.

superalimentos

Generalmente los superalimentos suelen contener altas cantidades de nutrientes, antioxidantes, minerales o vitaminas. Por lo que ese halo de propiedades extraordinarias siempre va con ellos. La mayoría de ellos suele incluir fitonutrientes también en altas cantidades que favorecen la depuración del organismo y alejando las enfermedades.

La mayoría de superalimentos suelen ser de tipo vegetal aunque no es extraño encontrar otros tantos que provengan de animales, especialmente del pescado, y que contengan omega 3. Otro rasgo de los superalimentos es que son de origen totalmente natural.

En este sentido quedan fuera del concepto aquellos productos que sean procesados y que incluyan componentes químicos como complementos vitamínicos.

 

Pero... ¿la riqueza y las propiedades extraordinarias que se le presumen a estos alimentos son reales?

 

Si nos ceñimos a la realidad podemos encontrar que no hay unanimidad por la comunidad médica. Se conocen las propiedades de estos superalimentos, pero en realidad no se puede garantizar que sean superalimentos como tal porque no hay evidencias científicas que demuestren su eficacia ante enfermedades o problemas de salud.

No se han llevado a cabo estudios científicos generalizados que demuestren los beneficios de los superalimentos para la salud. Sin embargo, sí que ya se pueden encontrar diferentes investigaciones. Por ejemplo el Hospital La Fe, de Valencia, ha desarrollado varios y especialmente en uno de ellos concluye que la curcumin y el transresveratrol poseen funciones radioprotectoras frente a los daños producidos por la radiación ionizante.

Sin embargo, tampoco podemos obviar que los superalimentos son tendencia y moda. Cada año gana popularidad uno distinto y no podemos negar el comercio que se mueve detrás de todo esto. A pesar de que existen alimentos que son ricos en unas u otras propiedades, no se puede asegurar que su consumo derive un bien hacia nuestra salud.

Especialmente si llevamos un estilo de vida poco saludable y una dieta descuidada podemos asegurar que el consumo de superalimentos no resultará beneficioso. La salud es multifactorial y algo global. Resultaría ridículo pensar que el consumo de un alimento en concreto supondrá acabar con una enfermedad o prevenirlas todas.

De hecho, muchos especialistas de la alimentación defienden que no es necesario recurrir a los superalimentos si se mantiene una dieta mediterránea así como hábitos alimenticios saludables.

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